Era tu boca la húmeda entrada
Tus labios las puertas entreabiertas
Tus suaves manos las guías
Y tú caliente sexo la meta.
Era la noche cómplice entendida
De un par de novios con prisa
A esconderlos advertida
Para amarse, ocultarlos del día.
Era tu piel encendida
Recorrida con un caballo sin nombre
Llanura erizada, fresca y lisa
Por loco y extasiado tu hombre.
Eran dos besos y una mordida
Parteaguas sensibles del placer
Métodos lujuriosos por recorrer
Los primeros en llevarte a la cima.
Era yo, era tu cita
Eras tú, mi bien encendida
Era todo lo que necesitábamos
Es esta nuestra vida.
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